¿Quieres conocer un ingrediente poco tradicional para nuestra cocina mediterránea?

Es probable que muchos de vosotros nunca hayas visto y mucho menos tratado con el tamarindo. Por si os gusta la cocina asiática o mexicana, donde más se usa esta legumbre que se presenta en vainas similares a las del cacahuete, queremos enseñaros a hacer salsa de tamarindo, uno de sus usos más frecuentes. Así, si alguna vez os topáis con este ingrediente y os apetece comprarlo, sepáis como implementarlo en vuestra cocina. ¡El riesgo es solo para valientes! ¿Qué es lo peor que pueda ocurrir?

Pero, ¿Qué es el tamarindo?

El tamarindo es el fruto de un árbol que tiene su origen en Sudán, en África, pero que por sus cualidades culinarias fue introducido en zonas tropicales de América y de Asia, siendo hoy en día los tamarindos de más calidad los que provienen de México. Una vez procesada la pulpa de este fruto para hacer la salsa que os enseño a continuación, se puede utilizar para condimentar platos de carnes, verduras o pescados, aportando su peculiar sabor y sus propiedades saludables.

Sus propiedades más conocidas

Siempre procuramos divulgar las propiedades de estos productos exóticos. Por lo tanto, lanzamos la siguiente cuestión: ¿Por qué se consume el tamarindo? Una de las razones es por sus propiedades, se cree que los árabes fueron los primeros en descubrir las numeras propiedades medicinales que tiene el tamarindo.

A continuación te mencionamos algunas de ellas:

  • Antioxidante
  • Antipirético
  • Antiescorbútico
  • Vermífugo
  • Laxante
  • Antidiabético
  • Diurético
  • Antiséptico
  • Antiinflamatorio
  • Astringente

Además, el fruto del tamarindo posee un elevado contenido de proteínas, carbohidratos, minerales como potasio, magnesio, azufre, fósforo, calcio y hierro y vitaminas como A, C y B3. También constituye un importante aporte de fibra, lo cual ayuda al tránsito intestinal.

Salsa de Tamarindo

Y sin más dilación, vamos allá con esta receta sencilla y tan especial:

Ingredientes

Para 8 personas
  • Tamarindo (vainas)12
  • Agua150 ml
  • Azúcar60 g
  • Vinagre de vino blanco30 ml
Dificultad: Fácil
  • Tiempo total15 m
  • Cocción15 m

La primera operación es sacar la pulpa de las vainas de tamarindo. Al retirar la cáscara, las semillas (una especie de bolas) vienen unidas por unas hebras o hilo que hay que desechar. Después, abrimos cada uno de los frutos y retiramos las semillas que están en su interior. En las primeras imágenes del collage podéis ver estas operaciones.

Ponemos la pulpa de tamarindo una vez libre de semillas en un cazo y las dejamos unos minutos en remojo, mejor en agua templada para ablandarla. Después, encendemos el fuego y vamos removiendo para deshacer la pulpa, teniendo cuidado de que no se nos pegue. Añadimos azúcar y un poco de vinagre y seguimos removiendo con la cuchara.

Hay varias posibilidades con esta salsa, para personalizarla o adaptarla al plato que se pretenda cocinar con ella. Si se va a dar un toque picante al sabor natural intenso y con cierto ácido del tamarindo, se pueden añadir pimientos o chiles y un chorro de limón. También es frecuente añadir un poco de tomate frito, o un poco de maicena disuelta en agua fría, para darle cuerpo y textura a la salsa.

Si se va a utilizar en platos de cocina asiática, puedes añadir una o dos cucharadas de salsa soja, que condimentará la salsa de tamarindo y le dará un toque oriental. También puedes añadir citronella o limoncillo finamente picado, o 1/2 diente de ajo si quieres incluir este ingrediente.

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