La piña es una fruta exótica que crece en climas cálidos y tropicales, sólo requiere una buena iluminación, ya que absorbe y retiene su propia agua, soportando las sequías. Quienes quieran cultivar piñas necesitan un poco de ayuda con conocimientos y cuidados adecuados. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre el cultivo de piñas.

Plantación y siembra de la piña

Para quienes tengan el entorno y el clima adecuados para cultivar piñas, puede ser una gran idea. Las plantas de piña son fáciles de cultivar en casa si tienes las condiciones adecuadas. Necesitan climas cálidos y húmedos, con temperaturas superiores a 18°C y espacios con mucha exposición al sol.

Antes de plantar, es importante reconocer el tipo de suelo. El suelo debe estar drenado, el agua debe poder moverse rápidamente y no acumularse en el suelo; por eso es clave un buen sistema de drenaje. Para evitar el encharcamiento, el suelo debe ser profundo y fértil para soportar bien la planta de la piña. Las plantas de piña necesitan un pH relativamente bajo, entre 5,5 y 6,2.

Para cultivar plantas de piña en casa, es necesario obtener una «corona» adecuada: es la parte superior de la piña, justo debajo de las hojas. Se puede obtener en el supermercado, idealmente la ecológica. La «corona» debe plantarse a unos 8 cm de profundidad, en una maceta pequeña. Riégala con cuidado, ya que demasiada agua puede ser perjudicial para la planta; la tierra debe estar ligeramente húmeda, pero nunca empapada.

Fertilización y alimentación de las plantas de piña

La fertilización es importante para las plantas de piña; se trata del suministro de minerales esenciales, como nitrógeno, fósforo, potasio y algunos otros macronutrientes que ayudan a la planta a crecer sana. Un abono equilibrado con mayor proporción de nitrógeno es mejor para las plantas de piña. Ayuda a promover un buen crecimiento y una floración abundante.

La alimentación debe hacerse regularmente durante la temporada de crecimiento, con abono de liberación lenta. Debe hacerse 3 ó 4 veces a lo largo de los meses de verano. Una vez que empiezan a aparecer los frutos, debe aplicarse un abono específico, rico en potasio. Esto ayuda a mejorar el sabor y el dulzor de los frutos de la piña.

Prevención de enfermedades en las plantas de piña

Las plantas de piña son propensas a distintos tipos de plagas y enfermedades; como: podredumbre de la raíz, pulgones, cochinillas, cochinillas y hongos.

Para prevenir las enfermedades, es importante evitar el hacinamiento y proporcionar una buena circulación de aire alrededor de las hojas, ya que esto desalentará el desarrollo de hongos. Las plantas de piña deben regarse profundamente y la tierra no debe estar empapada, dejando que se seque entre riegos. Es importante utilizar un abono equilibrado con mayor proporción de nitrógeno para favorecer un crecimiento sano. La planta también debe cubrirse durante los cambios climáticos extremos (temperaturas cálidas o frías).

Cosecha y recolección de la piña

Una vez que la fruta se ha desarrollado y está madura, está lista para la cosecha. La fruta puede recogerse fácilmente de la planta. Los frutos deben recolectarse cuando el color de la piel pase de verde a amarillo dorado.

Al recolectar, es importante estar atento a cualquier signo que indique que el fruto aún no está maduro. Si la flor aún es visible en la parte superior de la fruta, entonces la piña aún no está madura. Si huele dulce y se siente blanda al tocarla, entonces está madura y lista para ser recogida.

Conclusión

Cultivar piña es una experiencia gratificante y constituye una gran adición a tu jardín. Con un poco de conocimiento y los cuidados adecuados, cualquiera puede cultivar fácilmente plantas de piña. Es importante tener en cuenta las plagas, las enfermedades, la fertilización y la recolección para obtener los mejores resultados.

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