Las frutas destacan por su alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y agua. Además, su contenido en grasas y proteínas es muy reducido, por lo que ayudan a equilibrar la alimentación y a llevar una alimentación saludable.
Beneficios de la fruta en la dieta de los niños
Una alimentación saludable y equilibrada es esencial para que los peques crezcan, se desarrollen, y tengan energía para afrontar sus aventuras.
Una alimentación saludable y equilibrada es esencial para que los peques crezcan, se desarrollen, y tengan energía para afrontar sus aventuras.
Una alimentación infantil saludable se define como aquella que es completa, equilibrada, segura, y sostenible.
El primer paso para seguir una buena alimentación es aportar adecuadamente los nutrientes, en cantidad y en calidad, y la clave está en la variedad.
Los niños tienen que tener una nutrición adecuada a sus necesidades.
Durante su etapa infantil los hábitos nutritivos y el ejercicio físico marca la diferencia entre una vida sana o el riesgo de tener obesidad en el futuro.
Por esto es importante introducir la fruta en la dieta de los niños.
Las frutas son el primer alimento, junto con los cereales sin gluten, que se introduce en la dieta de un bebé, en torno a los 5-6 meses, generalmente en forma de purés aunque también son muy nutritivos los zumos. Las frutas son uno de los grupos de alimentos más sanos y necesarios para el crecimiento y desarrollo de los niños ya que aportan vitaminas, minerales, fibra y un alto contenido en agua.
Respecto a su composición nutricional, podemos resaltar:
Vitaminas: Las frutas son ricas en vitaminas C y A. La primera destaca por ayudar a reforzar el sistema inmunitario, ser antioxidante, contribuir al desarrollo de los huesos y dientes, y favorecer la absorción del hierro. Mientras que la vitamina A también es antioxidante y ayuda a la formación de los tejidos blandos y óseos.
Minerales: Las frutas son ricas, sobre todo, en magnesio y potasio. El magnesio favorece el buen funcionamiento del intestino, los nervios y los músculos; refuerza la inmunidad frente a enfermedades degenerativas. Además, tiene efecto laxante. Por su parte, el potasio es necesario para que funcione el sistema nervioso y la actividad muscular.
Fibra: La fibra es fundamental para el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento. Además, ayuda a prevenir enfermedades crónicas del tracto digestivo.
Agua: El 90 % de las frutas es agua. De esta manera, contribuyen a hidratar el organismo.